viernes, 29 de marzo de 2024

Preparar el Segundo Examen

El examen que más me preocupaba cuando estaba preparando la oposición era el segundo. Cuando empecé a estudiar, veía prácticamente imposible memorizar tanto contenido y que me saliera el día del examen con calidad como para aprobar. Esto me llevaba por el camino de la amargura.



Cuando empecé a preparar la oposición, estudiaba con el sistema de arrastre mixto, que consiste en llevar, por ejemplo, cinco temas, tres nuevos y dos de repaso en arrastre de la semana anterior y así, sucesivamente. Este sistema está bien pero iba muy lenta y eso me agobiaba bastante. Fue cuando me cambié al sistema de vueltas cuando empecé a verme evolución en los temas. La clave fue reducir los tiempos hasta ver los temas en 4 semanas. Para mi, ese era el ritmo ideal porque no da tiempo a olvidar lo que te has estudiado en la primera semana, pero, ¿Cómo se llega a ese ritmo? Pues no hay secretos. Se trata de estudiar, estudiar y estudiar. Lo que hice fue lo siguiente:


1. Ser muy disciplinad@. Esto no es nada nuevo. Todos sabemos que hay que ser disciplinad@, pero, para mi, la clave fue ponerme objetivos pequeños que pudiese cumplir cada día. Eso me ayudaba mucho a continuar y a levantarme con ganas al día siguiente.


2. Quítate de la cabeza lo que has hecho en el primer examen porque necesitas dar el 100% de ti, estar concentrad@ y ser capaz de abstraerte hasta que llegue la apertura de plicas. A mi me servía mucho corregir el primer examen y hacer una estimación de la nota para continuar estudiando sin la incertidumbre del examen.


3. Hay que exprimir los días al máximo. Madrugar me ayudaba mucho, porque soy mucho más productiva a primera hora de la mañana. En mi caso, hubo seis semanas entre exámenes la primera vez que aprobé el segundo y ocho semanas, la segunda vez. Éste año, hay tres meses entre exámenes y eso da un poco de margen pero, aún así, mi recomendación es madrugar. 


4. Estudiar los temas por orden. Es decir, llevar la primera semana del 28 al 46; la segunda semana del 47 al 65, etc. Si en una semana hay temas que no llevas bien, meterlos con los temas que te sabes mejor y en el momento del día en el que eres más productiv@. Por ejemplo, a mi me costaba mucho trabajo el tema de la acción protectora (tema 69) y, como siempre coincidía con los temas 61 a 64, pues lo metía con esos y a primera hora de la mañana. Así el día se me hacía más ameno porque a primera hora veía el tema que menos me gustaba y el resto del día, veía temas que me gustaban más o me sabía mejor. Acabar el día con temas asequibles facilita cumplir el objetivo diario. 


5. Descansa siempre que lo necesites, porque es igual de importante que estudiar. Eso sí, organiza los descansos con cabeza que estamos entre exámenes y el tiempo apremia. 


6. Autoevalúate. Para ello, me hice un tracker de los temas para saber como los llevaba en todo momento y así ser lo más realista posible con mi progreso. Si quieres descargar mi tracker, aquí te lo dejo.


7. Me estudiaba los temas por epígrafes. Lo que hice fue imprimir el temario de la parte específica en modo lista e iba poniendo un visto (V mayúscula) en cada epígrafe que veía y decía en voz alta. Si quieres descargar mis epígrafes en modo lista, aquí te lo dejo.


8. Mi forma de estudiar era repetir, repetir y repetir, entendiendo lo que estaba estudiando para que, en el caso de que no me lo supiese literal, pudiera explicarlo con mis palabras. Lo que hacía era poner el tema en el atril, leer el epígrafe entero una primera vez y luego, ir por partes diciéndolo hasta que era capaz de contarlo entero. A veces lo hacía andando por la casa, a veces sentada. Si un día que no eres capaz de concentrarte, te recomiendo que andes por la habitación porque a mi me ayudaba mucho.


9. Intenta ser lo más literal posible. Sin duda, la literalidad es muy importante. Aún así, tu objetivo debe ser intentar defender los diez epígrafes. Esto significa incluir todo el contenido aunque sea expresándolo con tus propias palabras. ¿A qué me refiero con "todo el contenido"? Me estoy refiriendo a lo siguiente:

a) Incluir el contenido significativo relativo al epígrafe: el propio texto del epígrafe e información complementaria que sea pertinente y pueda enriquecerlo (por ejemplo, reales decretos asociados). Insisto, sed precis@s con la información que aportáis, escribir mucho no equivale a un mejor resultado en la evaluación si se incluye información no significativa. 

b) No resumir. Mi preparador me prohibía resumir al redactar los epígrafes y nunca he resumido. La pregunta del millón: ¿Qué hago si me preguntan el despido colectivo? Pues, en éste caso, hay que resumir, no queda otra. Pero ten siempre presente que resumir no puede ser la estrategia a seguir. 

Sé que os estaréis preguntando si se puede aprobar sin contestar los 10 epígrafes. Puede ser, ocurre, pero debéis tener en cuenta que estáis en una competición. Esto quiere decir que vuestro resultado depende no solo de los mínimos que exija el tribunal, sino también de lo que haga el resto de opositores en el examen. En otros términos, para tener opciones hay que pensar en 10 epígrafes, luego ya veremos. Hay que salir a ganar porque si sales a empatar, puedes perder. 

Un principio fundamental que recomiendo a todo opositor a la hora de elaborar su examen es que lo haga pensando en que quien lo va a leer "no sabe nada de la materia". Es decir, claridad y precisión, cuanto menos trabajo le des al tribunal, mejor.


Por último, quiero deciros que todo esto que os cuento es mi experiencia y lo que a mi me ha servido. Lo comparto por si le puede servir de ayuda a otras personas.


¡Mucho ánimo con el estudio!










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